ZOFIO CONFINADO


La escuela es el lugar en el que actuamos, creamos, convivimos, escuchamos, interpretamos... Cuidamos la escuela para facilitar el acompañamiento en el descubrimiento del mundo y en la expresión desde todos los lenguajes posibles.
Durante este tiempo no es posible, si no estamos en la escuela, no hay escuela.

Y mientras no hay escuela… ¿qué hacemos?
Pues ahora estamos cuidándonos en estos meses lo que mejor que podemos, no estamos seguras de estar haciéndolo bien porque cambiar el escenario y quedarnos en casa tiene esta novedad; estamos valorando lo que antes teníamos al tiempo que “inventamos” cómo acompañarnos desde nuestras casas. 
En estos meses estamos cuidando esos vínculos entre familias, entre educadoras y entre criaturas. Buscamos hablarnos, escucharnos y vernos. Nos estamos llamando y grabando para saber cómo estamos, para ayudarnos, para pensar juntas cuál es la mejor manera de aprender en esta nueva situación. También nos contamos sugerencias que inviten a nuestras niñas y niños a jugar, a inventar, a comunicarse, a moverse, a investigar…Y procuramos elegir buena música y buena literatura que siempre son indispensables y ahora también. 
Abrimos este apartado en el blog de la escuela para compartir algunas de estas vivencias. 

Empezamos con....

Cocina


Pues sin darnos cuenta ya han pasado casi 3 meses desde que todo esto empezó… 90 días en los que nos ha dado tiempo a disfrutar de la familia, jugar, respirar más puro y vivir cosas impensables, y también tiempo para cocinar en Familia.
 Y desde la cocina de E.I. Zofio, hemos querido acompañaros en esta tarea, dándoos esas recetas que algunos peques han realizado en el taller, aquellas que tanto nos habéis pedido y las típicas de la época como ¡las rosquillas de San Isidro!
Pero no todo ha sido dar, también hemos recibido, vuestros resultados (viendo fotos, videos) vuestros audios y también vuestras propias recetas, de las que ya hemos tomado nota. Intercambios que nos han ilusionado y que nos han hecho estar ¡más cerca de todos vosotros y sentir vuestro cariño!
El final del túnel, ya está cerca, y con él, tantos reencuentros que nos llenaran de alegría e ilusión por seguir formando esta comunidad que tanto nos da cada día. 
Mientras tanto, no dejemos de disfrutar entre fogones.

El equipo de Cocina de TU ESCUELA.




















       
                            Cumpleaños

Desde la escuela ya hace unos años que reflexionamos sobre el trasfondo que tenían los cumpleaños. Entre todas decidimos que cuando una criatura cumplía años debíamos detenernos en la esencia de esa fecha, consideramos que lo primordial era celebrar la vida de esa persona y la suerte que teníamos todas las personas que le acompañamos de haberle conocido.
El 13 de marzo con la cierre de los centros educativos, no se detuvo nada, las niñas/os de nuestra escuela seguían creciendo y cumpliendo años así que no podíamos dejar de festejarlo.
Nos reinventamos, eso sí. Ya no estábamos juntas/os pero teníamos medios para comunicarnos, para lanzarnos unas palabras que transmitieran la esencia de este día.
Para empezar anunciamos en los calendarios mensuales las fechas de los cumpleaños de los niños y niñas del aula, de esta manera todas/os estábamos avisadas/os con antelación de esas fechas importantes. El día en cuestión preparábamos un mensaje bien especial para esa persona, en forma de imágenes o con palabras y animamos a todos sus compañeras/os a enviar al homenajeada/o un gesto que le acompañase en este día. No ha sido fácil para los niñas/os que han cumplido años durante esta pandemia, el deseo de celebrar esa fecha con sus compañeras/os siempre está pero han construido herramientas para adaptarse y vivir este momento con la emoción que se merece.




Creando un Huerto
Plantando semillas.
Un día recibimos una propuesta en el grupo de la escuela, venía de la mano de alguien muy especial: Siiiiiiiilviaaaaaaa… y es que, además de agradecer los vídeos de las profes, al recibir los de otras personas vinculadas a su “Escuela Zofío” los ojos se abrían más de lo normal y la sonrisa era mayor…
Pues bien, la propuesta era la elaboración de semilleros con lo que tuviéramos a mano por casa (eran días donde se salía lo justo) y así dale que te pego con los semilleros para acá, semilleros para allá, limpiaron y almacenaron los envases de yogures que se iban comiendo y guardaban con mimo las pipas de las mandarinas y de los preciados limones que nos quedaban de Gredos.
Una tarde se pusieron manos a la obra mientras me hacían grabar cómo ponían en cada envase un poco de tierra, luego las semillas y volvían a echar más tierra y que sus compas pudieran verlo. Todos los semilleros listos se pusieron como dijo Silvia en un recipiente y se vertió allí agua, para que, cada plantita por nacer pudiese ir bebiendo lo que necesitase…
Día tras día durante el confinamiento nos hemos asomado para ver si alguna de las semillas se había animado… y así, con la magia de la vida y las cosas que se cruzan para hacerla más mágica aún, el primer día que los niños y niñas pudieron salir a la calle, asomó el primer brote… el de una mandarina… y la verdad que no sabemos si son dos por ser así o por ser mandarinas mellizas como l@s niñ@s que la plantaron…
Por los mismos días, un vecino llamó a la puerta y nos trajo unas miniplantas de lechugas y tomates y Henar y Teo le contaron cómo había que plantar las semillas… vamos… lo que había sido antes de llegar a como lo traía… 
Y sin darnos cuenta, hasta ahora que lo pensamos para contarlo, el abrirse paso en el escondite de la tierra y seguir creciendo ha sido uno de los hilos conductores de los días confinad@s. 
Confiar, en que de eso que sembramos y de estar escondiditos…la vida brotaría y continuaría…. Que solo había que regar y esperar… 
¡Ojalá y plantemos ese mandarino nacido en Nuestra Escuela pronto!

  Música

Nuestra relación con la música comienza desde antes de nacer. Los latidos del corazón son el primer ritmo que escuchamos, que sentimos.  Ese ritmo nos apacigua y nos acompaña a lo largo de nuestra vida.
La música nos hace disfrutar, cantar, bailar, reír, llorar, nos llena de emoción… Una emoción que se contagia  y que nos une en torno a una melodía, a una canción, a un baile…
Nos conecta con nosotras mismas, con nuestras emociones y con las de otras personas y nos permite expresarlas.
La música nos cuenta historias,  nos ayuda a entender el mundo y nos permite jugar e inventar nuevas realidades.
Es por eso que, también durante este tiempo, hemos querido compartir en la distancia canciones y juegos musicales ya conocidos (que contribuyen a mantener  el vínculo con los otros) así como otros nuevos que nos sirvan como nuevos retos y nuevos nexos de unión.






                         Literatura


¿Quién no disfruta escuchando o leyendo una buena historia? 
Las historias nos trasladan a otros lugares, a otros tiempos. La voz de la narradora, nos
transporta a través de la historia despertando nuestras emociones.
Las niñas y niños necesitan los cuentos y la poesía. Son un regalo para el oído,
les ayudan a entenderse a sí mismos y a los demás, a descubrir lo que se esconde
en sus sentimientos y a conocer el mundo. Contribuyen al desarrollo del lenguaje, de la escucha,
de la memoria y fomentan la imaginación y la creatividad.
Las niñas y los niños disfrutan escuchando los cuentos, una y otra vez, y los
hacen suyos para después convertirse en narradoras de esos mismos cuentos, una y otra vez.

Aquí compartimos algunas de esas historias que nos han acompañado en este tiempo,
a grandes y pequeñas, y que han contribuido, de alguna manera, a sentirnos un poco más cerca.






















                                                                   Sensorial


Desde pequeños nuestro pensamiento se construye con la información que nos llega del exterior, es decir, aquella que nos llega a través de los sentidos. Es por ello que durante este tiempo de confinamiento hemos continuado en nuestra línea de escuela de proponer  actividades de estimulación sensorial, en las cuales son los niñ@s quienes construyen sus aprendizajes mediante la experimentación y el descubrimiento, logrando con todo ello un extraordinario beneficio en relación a su desarrollo social, emocional, cognitivo y físico. 
La ciencia establece una relación directa entre lo que el niño y la niña siente, ve, oye y huele , con las conexiones simpáticas de su cerebro.











Salidas

Durante este tiempo de confinamiento han sucedido muchas cosas interesantes que hemos compartido, aún estando en la distancia.

Cuando llegó el momento en que las niñas y niños pudieron salir a la calle, el domingo 26 de abril, sabíamos perfectamente que había muchas ganas y también miedo y respeto hacia este coronavirus COVID 19,por los posibles riesgos que entrañaba la situación.

Así que decidimos “estar cerca” también en estos momentos.  Enviamos  mensajes  con las  indicaciones para poder salir de manera segura y  animándoles a disfrutar de esta  experiencia. 

Y nos esperaba una grata sorpresa, puesto que durante este tiempo de confinamiento  había llegado “la primavera”,  un cambio espectacular se  presentaba ante nosotr@s. 

Casi tod@s coinciden en afirmar que el único efecto positivo de este confinamiento ha sido que el ser humano no ha intervenido sobre el medio natural, con lo cual nos encontramos con un aire más limpio, con plantas que había crecido libremente, árboles y plantas floreciendo como consecuencia de la llegada de  la primavera...

Decidimos basar nuestras orientaciones en  la observación y en la investigación de la naturaleza y de los cambios que se habían producido, siempre desde el respeto y cuidado del medio ambiente. Les invitamos a:

  • Contemplar las distintas tonalidades del verde de los árboles, para identificar los nuevos brotes, observar los troncos, las ramas, las hojas....
  • Localizar algunas flores silvestres ( sin arrancarlas).
  • Observar si había más pájaros  (ahora en plena reproducción)  
  • Darse cuenta de la variedad de insectos en nuestro medio próximo (sin molestarlos).

Queremos agradecer a l@s niños, niñas  y a las familias su implicación en estas propuestas y cuyo objetivo era principalmente observar, investigar y enriquecernos mutuamente con esta experiencia.




































Con la salida a la calle de los niños y las niñas empezamos a compartir observaciones, curiosidades y  preguntas, a partir de nuestras propuestas para orientar estas salidas. Y así fue como surgió este  pequeño proyecto: “Mara y el polluelo”.
Mara sale un día a pasear con su familia y  en el paseo se encuentran con una cría de gorrión, que parecía abandonada y asustada.  Enseguida, Mara y su familia deciden llevarse a casa el polluelo para cuidar de él. Muy emocionada nos envía un vídeo para contárnoslo.
 Claro,  hay que hacer algo para cuidar el polluelo,  pero como no sabíamos empiezan a surgir dudas y preguntas:
¿Qué come un polluelo? ¿Cómo se puede cuidar? ¿Qué es lo mejor para el polluelo?
Empezamos a investigar juntos, a  buscar información junto a otras familias y amigos expertos.  Mara nos cuenta en este vídeo todo lo que aprendimos sobre cómo hay que actuar si nos encontramos un polluelo en nuestros paseos.




                                            Poemas para cada noche


Cada día, al anochecer, recibíamos en nuestras casas un audio contando un cuento, cantando
una nana o recitando un poema. Un regalo en forma de susurro para invitar a soñar, una
sugerencia sonora antes de ir a dormir. Un atrevimiento por nuestra parte, desde luego, pero
nos pareció oportuno en un momento en el que ya habíamos roto las fronteras de los horarios
y los espacios escolares y familiares.

La familia de Irati lo relata así:

Te invito a soñar
-¡Mira hija! Ya ha llegado el poema de esta noche.
-¿A ver papá? Pónmelo...
-Oye papá... A veces no entiendo qué dicen.
-Son versos de buenas noches, para acompañarnos a dormir. Para que dejes volar tu imaginación. ¿Tú estás preparada?
-¿Para qué, para volar?
-Si, con la imaginación. Para soñar con zanahorias, osos panda, con ser un caballo... Y para dormir, aunque nunca tengas sueño.
Cuando cierras los ojos, ¿qué ves?
-A ver papá... No veo nada.
-Espera... Ciérralos otra vez, que yo también los cierro contigo. Déjate llevar...
-¡Ahora veo flores! Flores en un camino, porque es primavera.
-Yo les canto a las flores, ¿Y tú?
-Si, pero no me acuerdo siempre de la canción.
-No pasa nada, tú solo camina, a ver qué vemos.
-¡Amapolas! "Átate tu zapatito amapola..." Jajaja, que risa papá.
-Creo que ahora están apagando el día.
-¿Quién, mamá?
-Pues no sé... Conociendo a mamá... ¡Es broma! Simplemente llega la noche para que podamos irnos a dormir. "Hace falta la noche para ver las estrellas".
-Te voy a contar un secreto, como el oso hormiguero y te lo digo en voz baja... En un susurro, porque la luna ahora nos mira... Nos está mirando...
-Me gusta abrazarte un brazo...
-¡Pues hazlo! Te abrazaré como el oso panda, para que duermas tranquila, sin miedo, sin guerras ni armas. Para así ver tu carita y escucharnos entre susurros, de nanas, de cuentos, de historias... Animales, colores, viento y luz de luna que veo al cerrar los ojos y que comparto al estar a tu lado.
-Papi, tengo un deseo en forma de sueño.
¿Te gusta soñar papá?
-Siempre. 

GRACIAS por invitarnos a soñar.

Cuna de viento




Nana, Pajarito  que cantas



El baile de las aceitunas negras. de Antonio Rubio



Nana de los animales

Comentarios

  1. Nos ha encantado que compartáis estos momentos! No queda nada. En septiembre con más ideas geniales.
    Gracias al equipo y a las familias.

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  2. Muchas gracias por ir siempre más allá, muchas gracias por buscar mil y una formas de estar cerca, de seguir cuidando a nuestras hijas en la distancia.

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